Los Pomerania pueden adiestrarse como perros guardianes: anuncian la llegada de intrusos con ladridos agudos y sonoros. Desafortunadamente, la falta de un adiestramiento concienzudo les ha dado una reputación de ladradores constantes y sin motivo.
Los Pomerania se adaptan fácilmente a la vida urbana y son excelentes para el campo, donde se despierta el profundo instinto cazador de sus antepasados silvestres.